viernes, 30 de abril de 2010

SIEGA Y ESTIO

Huérfano de primavera
el árbol aborta frutos
sudor de escarcha
abrazado a la tierra
madre fecunda
El día dibuja ausencias
envuelve olvidos
mientras el otoño
color de tarde amarilla
duerme mientras sueña
El silencio afónico de trinos
siembra granos de verano
entre nubes desgarradas
que hambrientas de trigo
danzan añejas de vida
La espiga preñada de invierno
pare veranos en la brisa
mientras el pan maduro
despereza el alba.
Ojos de sombra
buscan senda sin rastro
guarida donde el lobo
medita su presa
En la lejanía
el oro del poniente
sonríe ojeras azules
abanicadas de fuego

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